Aunque los funcionarios del gobierno y los verdaderos creyentes en la «energía verde» lo nieguen, el colapso de la red eléctrica en España y Portugal demuestra que la dependencia de las energías renovables para la producción eléctrica está condenada al fracaso.
El Nuevo Pacto Verde se propuso en 2019 y se convirtió en el eje legislativo de la administración Biden. Al igual que el primer New Deal, ha cosechado una cobertura mediática favorable, bombo legislativo, promesas incumplidas y un pésimo historial.
Desde Paul Ehrlich a Bill Gates, destacados americanos han pronosticado el desastre por la «superpoblación». Aunque el Gran Desastre Demográfico nunca se ha producido, eso no disuade a los sospechosos habituales de poner el grito en el cielo.
Aunque el poder estatal ha asfixiado a la sociedad francesa durante más de cuatro siglos, el problema se está agravando, ya que el gobierno socava deliberadamente la economía de mercado para «luchar contra el cambio climático». Los franceses no tendrán ni temperaturas frescas ni prosperidad.
Los precios de la carne de res vuelven a subir debido a la intervención del gobierno en el sistema monetario y en la regulación de la industria de la carne de res. Al caer el consumo de carne de res en América, toda la industria está en apuros.
Solo han pasado unas semanas desde que el presidente Trump se convirtió en el 47º POTUS y ya se está poniendo a trabajar para implementar su
El principal problema de los intentos del gobierno federal por regular el medio ambiente es que —como ocurre con todas las cosas en las que interviene el gobierno federal— existe un alto grado de corrupción, ineficacia y, en general, inviabilidad inherente a sus planteamientos.
Mientras los comentaristas de televisión se dedican a señalar con el dedo a la industria de los combustibles fósiles, Taylor Sheridan ha aportado un punto de vista diferente con «Landman».
Lawrence McQuillan se une a Bob para profundizar en los fallos normativos y la mala gestión que hay detrás de la crisis de los incendios forestales en California.
Mientras los políticos californianos y el New York Times culpan al «cambio climático» de los desastrosos incendios forestales de Los Ángeles, en realidad la culpa es de esos mismos políticos. Sus políticas han garantizado que algo así ocurriera.
